domingo, 17 de abril de 2011

Los Pueblos Negros 2

Despues del fracaso de la ruta de los pueblos negros de hace dos semanas, (nunca dejaré de maldecir ese rutómetro), volvimos a la carga tras arduas tareas de investigación por mi parte, basicamente, mirar mucho en google earth por donde estaban los caminos.
 
Empezamos directamente en la Presa del Vado, cogiendo la pista forestal que parte de allí.


Antes paramos para realizar unos estiramientos...

Un poco despues, cruzamos un puentecillo de troncos, que salvaba un pequeño arroyo...



donde paramos ha hacer unas fotitos... y continuamos camino, esta vez hacia La Vereda.

La Vereda es un pueblo que se abandonó entre los 50 y los70 del pasado siglo, debido a los planes de reforestación de ICONA en la zona, por los que se expropiaron las tierras de las que los vecinos de este lugar vivian, obligandolos a abandonar el lugar. Una asociación de arquitectos evito el derribo del pueblo, y se ha encargado de la restauración, asi como algunos de los descendientes de los antiguos habitantes, que han establecido su hogar en esta bucólica aldea.




La entrada al pueblo...




Fijaos en el detalle de la cruz en la chimenea. Esta se solía poner en la chimeneas.. puertas.. incluso en ventanas para evitar que las brujas entraran en las casas... ahora puede parecernos una tonteria.. pero años atras, la gente era muy superstiociosa y estas cosas les ayudaba a calmar sus temores  


la iglesia..

la entrada de la iglesia..



Dejamos La Vereda y partimos en direcion al antiguo pueblo de El Vado. Este pueblo fue expropiado en la decada de los 50 por la construccion de la presa del mismo nombre. Actualmente solo se puede visitar la iglesia, que al estar situada en lo más alto del pueblo se salvo de la inundación. Desgraciadamente no conseguimos encontrar una senda que llegara hasta ella en coche, y como pasaba como de comer mierda de ir andando hasta allí.. nos conformamos con verla de lejos.



 Así que nos fuimos a Matallana.

Matallana, como La Vereda sufrió las expropiaciones forzosas para la reforestación, pero este pueblo se ha conservado peor. Solo hay un par de casas habitadas por hippies y apenas se conserva la trama urbana ( o no la encontramos...)

La iglesia estaba en muy mal estado. En su interior se acumulaba la basura, que pena..

Este arbol me parece una buena metafora de estos pueblos.. pues aunque parecen que estan muertos... aún les queda algo de vida

El campanario....

El embalse de El Vado.

Despues de Matallana, cogimos un camino que nos encaminaba hacia El Espinar, vadeando el jarama. Por desgracia, el Jarama bajaba con tantísima agua que tuvimos que darnos la vuelta y buscar un camino alternativo.

Decidimos seguir el camino que atravesaba Matallana, pero despues de una bajada espectacular,
nos volvimos a encontrar con el Jarama.
Como era imposible vadearlo de forma segura, volvimos sobre nuestro pasos de vuelta al inicio de la ruta, desviandonos  por algunos caminos alternativos para hacer la vuelta menos aburrida.

Terminamos esta ruta cansados.. pero nos lo pasamos teta.. al menos nosotros.. y espero que Ivan ( en la foto con mi chica) se lo pasara tan bien como nosotros.
Ya Sabeis, todas las fotos en el feisbuk

Hasta la proxima rutilla !!



sábado, 2 de abril de 2011

Los Pueblos Negros


Esta nueva ruta prometía muchísimo. Un recorrido por una de las mas bellas zonas de Guadalajara, de la mano de una guia de una prestigiosa marca de TT´s.


La ruta empezó bien. A la hora convenida nos vimos con Ivan en Madrid y salimos hacia Tamajón los dos coches. Una vez pasamos Guadalajara decidimos parar en la primera gasolinera que encontrásemos. Por supuesto no encontramos ninguna, por lo que en Tamajón preguntamos a una lugareña, que amablemente, nos explicó que la gasolinera mas cercana estaba en Espinosa de Henares, a 20 km de allí. Y eso, por las carreteras de mierda de por allí. Perdón.. ¿dije de mierda? esos bucólicos caminos serpenteantes entre montañas.


El caso es ke por fin, comenzamos la ruta. La casilla 1 del rutómetro estaba claro, era la salida. La 2 también, el cementerio del pueblo que dejábamos a nuestra derecha.. a partir de aquí nos perdimos.


VAYA MIERDA DE RUTOMETRO.

Así, con mayúsculas. Con dos cojones.

VAYA MIERDA.


A fuerza de meternos por caminos y de dar marcha atras, y de que Ivan había estado ya por aki de ruta y le sonaba , conseguimos encontrar el camino correcto muchísimo tiempo después. Un camino divertidísimo por cierto, muy roto y a tramos muy dificil también.


Como se había hecho muy tarde, decidimos comer en las ruinas de la Abadía de Bonaval. Un antiguo monasterio cisterciense del que apenas sobreviven las ruinas de su iglesia. Por supuesto, el camino estaba cerrado con una cadena.. así que tocó dejar el coche aparcado en la carretera e ir andando por un camino que se internaba en un robledal durante un kilómetro o así, hasta llegar a las ruinas. En circunstancias normales no habría problema en dar ese paseo. Pero, con el asma que tengo desde que he dejado de fumar.. empujando la silla de Arantxa todo el rato... y encima por un camino de gravilla infernal donde las ruedas de la silla se kedaban atascadas todo el rato... a sido una auténtica tortura.. sobre todo la vuelta, cuesta arriba y recién comidos.


Cuando llegamos de nuevo a la carretera solo podía acordarme de los antepasados y descendientes hasta el octavo nivel, del que se le ocurrió la feliz idea de comer allí, que fue a mí, por cierto.


Después de este mal trago, seguimos la ruta que continuaba hasta la Presa del Vado, donde, de nuevo, la mierda del rutómetro no nos sirvió de nada... por ke siguiéndolo... acabamos en los sembrados de algún lugareño.


Como estábamos todos hasta las narices del rutómetro, y como la aventura es la aventura, pues eso, que nos aventuramos por un camino que no tenía mala pinta. ¡¡Por fin !! No era el camino de la ruta, pero daba igual, era un camino en condiciones. Serpenteaba a través de las montañas, bajando a los valles y cumbreando al momento siguiente. Si vas de paseo ese camino está muy bien, pero no tiene nada o casi nada de diversión. Ventitantos km después por ese camino, llegamos a Valdepeñas de la Sierra, donde paramos a tomar unos refrescos, en uno de esos típicos locales pintorescos de los pueblos, también llamados "Bar Paco". Allí decidimos que estábamos un poco hasta el saco escrotal de conducir y ke lo dejábamos por hoy, así ke ya hemos enfilado de vuelta a Madrid y a nuestras casitas a descansar.


Ya sabeís, todas las fotos en el feisbu


Hasta la próxima ruta.